Debería decirle que odio las despedidas casi tanto como el pepinillo.
Odio que pequen por puro placer para luego arrepentirse.
Odio vivir para otros, querer sólo a medias y no correrme dentro de usted.
Los amaneceres bruscos, los cambios de planes y las cosquillas.
Odio los te quiero que no se gritan, las sonrisas que no se pintan.
Odio mucho más los macarrones aún amando los espaguetis.
Querer y no saber decirlo, follar sin ganas y quedarme a medias.
Odio el humo de su cigarrillo pero amo fumar.
Odio las sorpresas pero amo que me sorprenda.
Amo el acento gallego, el andaluz y el catalán.
Amo los mordiscos en los labios y los dientes blancos.
Amo el silencio de después y la oscuridad que lo acompaña.
La rabia sexual, las uñas en la espalda y las fuertes embestidas.
Pero sobretodo, amo el volver a vernos después de un adiós.
Separate World, más que nunca.
ResponderEliminarPD: Sería bonito una entrada con tus experiencias por los london, espero sentado, pero no fumando.