Una vez amé

Una vez amé.

3.16.2013

Fui todo lo que quise ser.

Quisiera saber si aún hay esperanza, si aún hay un lugar para los sueños. Confiar en que la vida nos ofrece más de lo que vemos, que lo malo es solo un reproche de lo bueno. 
Nada me importa más que Recuerdo. 'Nunca me había abierto de este modo' decía, 'nunca he deseado nada que no tuviera' pensé. Porque nada más importa.
Sigues siendo mi casualidad más bonita, mi recuerdo más alegre. Nunca sentí más miedo que la noche en la que creí olvida tu cara, el momento en el que olvidé tu olor. A diferencia del pasado, hoy me preocupa el futuro. Quizás por querer integrarte en su día a día de cualquier manera, quizás por querer tener control sobre algo que no me pertenece, o quizás por el miedo seguir siendo quien soy desde que me perdí. Podría contarte que ya no vivo, podría decirte que ni siquiera sueño. Pero no, hoy no. 
Si es verdad aquello de que a lo largo de la vida vivimos nuestras propias estaciones, yo estoy en el más frío invierno que puedas imaginar. Los nuevos Recuerdos no consiguen calentar mi alma, ni siquiera mi cama. Qué triste resulta tocar un cuerpo caliente que no desprende calor, qué triste besar un cuello que no siente ningún pudor. 

Yo era un simple chico, no muy popular, que soñaba en convertirse en alguien grande. ¿Y sabes qué? Lo logré. Fui el Rey del Mundo, conocedor de mi presente y dueño de mi futuro. Fui todo lo que quise ser durante mucho tiempo, viví cientos de historias irreales que causan asombro y admiración. Fui todo aquello gracias a ti. Pero como buen Rey creí poseer algo que no era mío.
De pronto, por uno o cientos de motivos, vi mi sueño roto de un momento a otro. Vi como se rompía poco a poco sin tener una solución para salvarlo. Siempre supe que se necesitaba conseguir todo lo que siempre quisiste y luego perderlo para saber lo que es realmente 'valorar'. Es por eso que nunca quise apostarlo todo a la suerte, es por eso por lo que día a día imaginaba como sería perder todo por cualquier estúpido motivo. Es por eso, que te mantenía vivo, Recuerdo.
A día de hoy me preguntan por qué te sigo hablando sin que me oigas, cómo puedo seguir manteniendo vivo algo que ya está muerto y que no tiene sentido. 'No sé', miento. Pero no sirve de nada hablar de sequía con aquellos que poseen mares llenos de vida, así como tampoco sirve hablar de amor con aquél que carece de sentimientos. 
Creo haber perdido la brújula moral que anteponía mi orgullo a todo, creo no ser capaz de abandonarte y  obligar al olvido a llevarte a cualquier lugar lejos de este individuo. Si dijera no tener la intención de mantenerte conmigo mentiría una vez más, Recuerdo. No tengo nada y sin embargo lo quiero todo. 
Quizás simplemente busque un poco de esa droga que me deslumbró durante mucho tiempo y que a día de hoy los nuevos Recuerdos solo me ofrecen durante un momento. 
Hablo en silencio y escribo sin destino, porque no sé si es un simple deseo o una gran testarudez, el caso es que no imagino un futuro en el que no estés. Me convenzo de que cualquier día volverás y entonces, volveré a reinar.