Una vez amé

Una vez amé.

12.07.2012

¿Sabes? Desde que te fuiste..

¿Sabes? Desde que te fuiste todo ha ido a peor, nada me sale bien. Vivo con rabia sin motivo ni razón. Quisiera contar como todo esto me consume por dentro, como siento que realmente estoy vacío, sin ilusión. Cómo decirte que fuiste mi primer amor. Sabiendo que te tenía a mi lado, poco me importó ir contracorriente, luchando por algo que cada mañana me hacía vivir. 
No sabes lo que es tocar otra piel imaginando que es la tuya, besar otros labios que no saben a ti. Esa voz interior me recuerda que no eres tú a quién estoy viendo. Cada paso que doy, cada decisión que tomo no tiene sentido, voy sin ninguna dirección. Ando perdido por un mundo que en ocasiones me resulta demasiado grande. Fracasar es algo que nos acompaña siempre, pero no es lo mismo perder acompañado que en soledad. No se trata de todo lo que fue, sino de lo que ya no es y no será.
No te preocupes, decían. 'Las cosas suceden por algo', decías. He dejado de ser yo para intentar vivir una vida que no sé dónde me lleva ni qué me depara. He dejado de vivir mi vida porque en ella estabas tú.
Tampoco sé si te sigo esperando, o si ya me he resignado a que no volverás. Estoy perdido, sin control. Quiero encontrar algún día, un trozo de lo que fui. En ocasiones no siento nada. Es lo peor que he llegado a sentir, nada. Sólo pido sentir que puedo llegar a volver a querer como te quise a ti. 

'Me pierdo entre canción y canción, deseando aprovechar el instante que pasa frente a mi. 
El cual llevo ignorando desde que supe que ya no ibas a estar acompañando a este mísero perdedor que te quiso como nunca llegó a imaginar. 
Se me escapa el alma entre suspiro y suspiro, te llaman a gritos sin obtener ninguna respuesta. 
Sólo el eco de la tristeza que retumba en mis oídos, mostrándome el agujero por el que estoy cayendo al vacío. 
Por ti me proclamé rey de mi propia vida, dueño de mi novata sabiduría, intuyendo que me acompañarías día tras día. 
Hoy me encuentro solo, con mis viejos recuerdos y una valentía amedrantada por la inseguridad que nuestra historia nos relata. 
Quisiera cambiar lo vivido, en ocasiones deseo no haberte conocido y así evitar este vacío que no me deja querer a nadie más. 
Vivo tu vida escondido mientras paseo por las calles del olvido, agachando la cabeza por vergüenza a ser reconocido. 
No quiero un cariño regalado, lo difícil es siempre lo más deseado. Tu cariño fue mío, sin embargo hoy no lo encuentro, está perdido. 
Vagueando por una vida perra hoy me miro y no me veo, no reconozco aquel niño bueno de mejillas con hoyuelos. 
Vivo con rabia por dejar escapar sonrisas que no volverán. Quizás algún día sepas todo esto que siento, quizás comprendas que sólo es a ti a quién quiero.'

10.15.2012

Innegable testarudez.

Entre trastos viejos y un ambiente cargado a pasado, di por casualidad con una pequeña caja de madera que llamó al instante mi atención. Llena de polvo, colgaba de ella un pequeño candado pegado a su llave. La curiosidad me llevó a querer saber que guardaba entre sus diminutas paredes. Encontré un carta con pequeñas manchas de gotas sobre una de sus caras. Quizás rastros de alguna bebida, quizás lágrimas. Decía así:

Querida amiga.

Sobran palabras así como excusas, razones al igual que hechos. Recuerdo la primera vez que vi aquellos ojos llenos de luz interior. ¿Sabes?, fue la primera vez que contemplaba un brillo de aquella forma tan espléndida. Derrochabas entusiasmo y alegría, una simpatía con la que resultaba irresistible querer entablar cualquier tonta conversación que nos hiciera perder el sentido del tiempo, ahogándonos en largas horas de risas y secretos. Adoraba esa sensación. 
Será parte de mi y de toda mi vida, pensé entonces. La persona alegre y tranquila que intuí destinada a ser la compañía que cada mañana contemplaría al despertarme. Tan iluso como tierno. Una ternura que tenía como único fin el compartir una tarde juntos, un helado o simplemente una sonrisa cómplice que nos delatara ante el mundo. En aquél momento descubrí, sin darme cuenta, lo que quería para mi vida. Aún no estando acostumbrado a alcanzar objetivos concretos a corto plazo y mucho menos siendo deseados de aquél modo.
De repente la amarga nostalgia que me acompañaba hasta ese entonces, se desprendió al igual que lo hacen las hojas secas de los árboles con la llegada del otoño. Una nostalgia que me hacía sobrevolar un pasado oscuro y lleno de una realidad que jamás quise vivir. 
Cada noche, a partir de aquél momento, nos imaginaba cómplices de momentos, perdidos en un laberinto del que no deseábamos salir y el cual no hubiésemos cambiado ni tan siquiera por el más lujoso y deslumbrante de los palacio. Un pequeño laberinto sólo para los dos. Vislumbraba un futuro soberbio que no daba cabida a ningún tipo de tizne en nuestras vidas.
Hoy, tanto tiempo después, un nudo de palabras se atascan en mi garganta. Un hilo de lágrimas asoma con timidez. En momentos así nada resulta razonable. No hay expresión que salga con un mínimo de sensatez. Todo lo contrario, fluyen a trompicones entre pensamientos, reflexiones y recuerdos que componen un día a día tan triste que en ocasiones me consume toda sonrisa e ilusión. Una vez más, las maletas se me quedan a medio hacer, llenas de sueños inciertos que jamás llegarán a realizarse. Con tu adiós no pensé, no reflexioné, ni siquiera recordé. Sólo lloré. 
Con el paso de los días agradecí que no me concedieras tiempo para prolongar aquella despedida, habría sido demasiado dolorosa. Tenía la necesidad de buscar un por qué, una causa que pudiera darme la respuesta a todo aquello. Encontré muchas, pero no tantas como para superar las razones que tenías para quedarte. Por aquél entonces, y aún a día de hoy, anulas cualquier sentido que me permita percibir lo que acontece a mi alrededor. Quizás sea el recuerdo de tu piel, tus suspiros al oído o mi innegable testarudez. Lo cierto es que el recuerdo de esos ojos me devuelven una satisfacción temporal que desaparece al volver a la realidad, donde el peso de mis propias miserias caminan vagamente entre mi almohada y mis sueños.

La vida nos ofrece, a lo largo de la misma, cantidad de momentos en los que el destinos nos parte con quiebros inesperados, sorpresas y esquinazos que hemos de afrontar con la mayor entereza posible según se nos presente. En ocasiones estamos preparados para enfrentarnos a ello, en otras simplemente no. Es por eso que aquí sigo, intentando asimilar que ya no estás, que no volverás.


Después de leer aquello, sólo fui capaz de devolver aquella carta a su sitio. La tristeza de su autor se impregnó en mi como el olor a campo recién mojado por la lluvia después de meses de eterna sequía. Sólo espero poder saber algún día, que les habrá deparado el destino. Larga y escarpada es la senda de la vida.

10.07.2012

Como tonos grisáceos de paisaje otoñal.

¿Recuerdas aquellos nervios? Esa sensación de miedo y curiosidad que suele surgir en momentos determinados de la vida. Como cuando entras por primera vez al colegio. Nueva clase, nuevos amigos, nuevos profesores. Un mundo nuevo. Ese pequeño mundo que aflora desde el interior propio cada vez que te encuentras con algo desconocido. Quizás sepas de lo que te hablo, quizás no lo hayas vivido pero si lo has intuido o por lo menos deseado. Todos lo hemos deseado alguna vez. Te contaré una historia:

"Una sociedad como la actual, con sus prejuicios, sus normas, sus protagonistas. Dos jóvenes en época de rebeldía, hormonas revolucionadas, llenos de deseos, fantasías, ansia y ganas de vivir cada segundo que la vida les ofrecía.
Dos vidas diferentes destinadas a vivir un mismo futuro. El cómo y dónde se conocieron es irrelevante en el conjunto de su historia. ¿Crees en las almas gemelas? ¿En las llamadas "medias naranjas"?. Según la mitología griega, los seres humanos fuimos creados originalmente con cuatro brazos, cuatro piernas y una cabeza con dos caras. Por miedo a su poder, el Dios Zeus decidió separarlos en dos, condenándolos así a pasar el resto de sus vidas en busca de su otra mitad.


Imagina por un momento que ahí fuera, en cualquier lugar del mundo, está tu mitad. Esa que te entiende como nadie, que con una simple mirada sabe exactamente que decir o que callar con el fin de sacar lo mejor de ti.
Quizás fue el destino, suerte o simple casualidad pero aquellos jóvenes se encontraron mutuamente sin darse cuenta. Como las piezas de un puzzle, como los tonos oscuros y grisáseos que componen las estampas otoñales de las grandes ciudades, como el yin y el yang; de ese modo se sintieron aquellas dos mitades.
Desde el primer momento supieron que lo suyo era para siempre, nada les robaría a su media mitad por segunda vez. Seguro que imaginas alguno de los momentos que vivieron juntos, que los hacía felices. Un helado en mitad de un parque, paseos en bici, tardes de películas... pequeñas cosas que hacen de la vida algo increíble. De pronto, un día cualquiera, un triste destino de la vida se llevó por delante todo eso. Aquella mitad que surgió de la nada, desapareció del mismo modo. Esa mitad que completaba sus momentos, sus sonrisas, su vida. Su mitad.

 Chocamos con la vida demasiadas veces. En ocasiones, sin justificación alguna, sin un por qué. Qué sentido tiene comer pan cuando mueres de sed. Aquél hecho dejó una mitad sola en el mundo, vagando en busca de aquello que ya no estaba, que no existía.
Han pasado muchos años desde todo aquello. La vida sigue su rumbo y con ella sus protagonistas. Cada día que pasa comprueba que sí existen las medias naranjas. Esos nervios injustificados sólo los produce tu media mitad. Su media se fue, nunca más la acompañó, había muerto. Al morir una mitad, muere su compañera.
¿Entiendes ahora de lo que te hablo? Esos nervios no son miedo o inquietud, es algo que solo se siente una vez en la vida con cada cosa única que te ocurre en la misma. Ese nerviosismo era amor."


Han pasado más de tres días desde que decidí empezar esta historia. El cansancio hace estragos, es por esto por lo que no sabría decir qué parte nace de la imaginación, y qué parte forma un componente más de la realidad.

7.08.2012

Ojos azules.


"Soy feo, tímido y anacrónico. Pero a fuerza de no querer serlo, he venido a simular todo lo contrario". Gabriel García Márquez.

Quizás algo así pensó en ese momento aquel joven de ideas abstractas y sueños estravagantes. En ocasiones, muchos se preguntan si realmente la casualidad existe. O si por el contrario la vida, los sucesos, al fin y al cabo, las decisiones, están ya tomadas y planeadas. Quizás el creer que todo tiene una explicación aunque no la sepamos, sea un simple modo de aliviar nuestros propios moratones. Dándo como respuesta a todo algo tan intangible y general como aquello.
Es por esto, por lo que no tengo modo alguno de dáros un por qué a todo lo que sucedió. Así fue como conocí a ojos azules por accidente.


"Frío, calefacción, abrigos, adornos navideños, impaciencia por año nuevo y como no, resfriados. Un invierno como tantos otros. El costipado le impedía salir a dar un paseo o a tomar algo, en definitiva, lo que muchos hacen en las vacaciones navideñas. Como única solución a su falta de distracción se dedicó a toquetear el portátil, acompañado de una taza de chocolate caliente y kleenex. Quién diría que entre todo aquello iba a encontrar a quién se convertiría en su sombra desde la lejanía. Después de pasar horas enteras malgastando su tiempo, sonó un "¡Clín!". Ese típico sonidillo del chat que oía tanto a lo largo del día, allí empezó su historia.
Una historia de dos extraños que en un principio simplemente jugaban a quererse, quizás porque buscaban lo mismo, porque creían que algo que no ves no puede llegar a ser real. Es algo completamente estúpido. Puedes llegar a querer aquello que no ves. Pasaron horas, días, semanas, meses.. y todo aquello seguía igual. Raro era el día entre semana que no habláran. Sin decíselo nunca, sabían que el último día que hablaban era el jueves, hasta el domingo, que puntualmente, se volvían a encontrar tras las pantallas.
Muchos fueron los planes pensados a lo largo de los meses, innumerables la cantidad de noches que dormían soñando con el día en el que al despertarse, se encontraran el uno al otro con la mirada. Ese chico joven de ojos negros y agujeritos en las mejillas, vivía algo nuevo, que nunca hasta entonces había experimentado, estaba enamorado. Planeaban una y otra vez un viaje de verano, era el plan perfecto, sin margen de error. Pero he ahí el sin sentido de la vida, cuando crees que todo está bajo tu control, algo llega y lo descoloca por completo. Quizás fue eso lo que les hizo darse cuenta de que realmente estaban deseosos y llenos de ansia por encontrarse de cualquier modo. No fue fácil aceptar que por momentos una historia de dos dejaba de ser un secreto. Su propio miedo era en ocasiones superior al amor propio, pero nunca llegó ni siquiera a acercase al amor que sentía por quién lo esperaba cada noche tras la pantalla, mucho menos el qué dirán. Llegó el momento en el que parecía que no tenían salida, que todo estaba perdido y que tristemente, el destino los obligaría al abandono y el olvido mútuo. Querer es poder, o eso dicen.
Aquel jóven de ojos negros, impaciente por poder ver de frente esos ojos azules que lo hacían perder la cabeza y el sueño, se levantó una mañana de un caluroso día de agosto decidido a cometer una locura. Una locura provocada por horas de risas sentados frente al ordenador, por noches llenas de imaginación. Una locura por amor.
Y fue así como eligió un lugar de la costa mediterránea, un hotel, un autobús y una fecha para el viaje. En una semana se encontrarían pasara lo que pasara. Estaba decidido a sentir de cerca un susurro que lo estremeciera cada noche antes de dormir. 
Llegó el día de salir de casa rumbo a lo desconocido, pero también a lo que más había podido llegar a querer a sus 18 años. Cargado de miedo, ilusión, nervios, inseguridad, ansia, y sobretodo, de alegría, salió de casa. Esa casa que estaba en contra de su locura.
Las horas de viaje pasaban entre los nervios del primer momento y las ganas de llegar. Eran las 12:30 de la mañana y ya se encontraba admirando aquella ciudad llena de palmeras y turistas en chanclas caminando por las calles, había llegado a su destino. Al bajar del autobús apenas percató el olor a mar, la sensación de humedad. Subió por instinto las escaleras mecánicas que tenía en frente, y allí estaba,  más cerca que nunca, quien había sido su compañía en las noches desde aquél 28 de diciembre en el que hablaron por primera vez. Fue el abrazo más anhelado, la caricia más deseada, la felicidad más sincera que haya podido llegar a tener. Increíble como podía echar tanto de menos a quien nunca antes había visto. 
El trayecto al hotel se pasó entre risas tontas, conversaciones sin sentido, y preguntas acerca de dónde demonios estában y como iban a llegar. Finalmente y tras un buen rato, llegaron. 
Aquél hotel guarda entre las paredes de la habitacion 125 un beso tan largo como deseado, el primer beso que daba desde lo mas hondo de sí mismo. La tarde pasó entre las hamburguesas del Burguer King, turistas por todas partes y paseos por toda la ciudad. Al atardecer, y tras mucho caminar, cayeron exhaustos en un paseo de jardines. Recuerda todos y cada uno de los besos a la perfección, asi como las conversaciones y las sonrisas. Fueron cuatro días al lado de quien era toda su felicidad, a quién se había entregado por completo durante tanto tiempo. Cuatro días que supieron a horas. Playa, terrazas, comida barata, risas, prisas, secretos.. vida. Aún guarda como objeto más preciado la foto de carnet que le regaló, pocos saben de su existencia, así como la alegria y nostalgia que en ella se guarda. Terminaron su última noche cenando sandwiches y chuches que compraron a la madrugada en una gasolinera, aún habiendo planeado ir a cenar a un buen restaurante. Es por esto, que quizás los planes no tengan sentido y sí las decisiones espontáneas.

No recuerdo un día más triste como ese 15 de agosto, cuando su viaje, su locura, iba a acabar. Era el día del adiós.
Sus ojos azules reflejaban la tristeza que brindaba el jóven de los agujeritos en la mejilla. Fue,al igual que las mañanas anteriores, un despertar perfecto. Pasaron su ultimo día juntos, aprovechando cada segundo que la vida les ofrecía uno al lado del otro..pero el tiempo se agota.
La tristeza era palpable, al igual que la impotencia. Quedaba como último pasajero el chico de ojos negros y agujeros en las mejillas. Allí tuvo lugar el último beso, el útimo abrazo. 
Una última mirada hacia atrás, y rumbo al asiento que lo llevaría de vuelta a la realidad que le ofrecía su día a día lejos de aquellos ojos azules.
Vió su pelo rubio y sus bonitos ojos por ultima vez desde la ventana del bus, su mirada triste y una sonrisa que lo unico que gritaba era la rabia de una derrota provocada por los kilómentros.
Leyó un ultimo sms mirando a sus ojos: "Gracias por estos 4 dias, me has hecho la persona más feliz del mundo. Quiero que sepas que para mi fue la mejor cena que podía tener, porque fue contigo". y se alejó cabizbajo. Fue la ultima vez que lo vió.
Cuatro horas de viaje, en las cuales unos ojos negros enrrojecidos por la rabia y las lágrimas, lo llevaron de vuelta a casa. Fueron cuatro horas de llanto silencioso, quizás aumentado por el hecho de saber, en el fondo, que nunca más se volverían a encontrar.
Puede que por cosas de la vida, por falta de interés, por exceso de amor o por simple tristeza, después de aquel viaje loco todo acabó. 
Nada volvió a ser como antes, ojos negros esperaban pegando a la pantalla encontrar a la misma hora de siempre, los ojos azules tras la misma, pero no fue así. Tras una ultima conversación sincera, no volvió a saber nada de aquel pelo rubio y ojos azules, pasaron meses sin saber absolutamente nada, comprobando cada noche si tenía algún mensaje proveniente de su destino preferido. 
Desde entonces, los ojos negros ya no brillan, los labios carnosos ya no rien. O por lo menos, no como antes. No hay noche que no recuerde su suspirar, su tacto, su respirar, su piel. No hay noche que no maldiga al destino o a quién sea el culpable de que todo aquello acabara.
Llora en silencio, rie como única solución ante los demás para intentar olvidar que toda su felicidad recide en otra persona. Se hiere a si mismo al buscar en otros ojos lo que perdió con aquella despedida. 

Un año después, todo sigue igual. Sigue tan enamorado como el primer día, y más perdido que nunca. Buscando lo que tristemente, nunca encontrará".

«me imagino a mi misma a los 40, buscándolo de nuevo, sólo para encontrarme con que sigue con su bella esposa, que tiene unos hermosos hijos y es completamente feliz (...) De éso se trata la canción y me da miedo el pensarlo» Adele - Someone like you.

5.11.2012

Gracias.


Esa sombra que te acompaña día y noche, haya luz u oscuridad. Es un segundo yo, un alma gemela distinta por fuera pero idéntica por dentro. Se puede encontrar copias de una misma página por todas partes, pero la original es única, inigualable y cuyo valor es desorbitadamente superior al de una simple copia. Esa sombra a la que llamamos amigo. Ese compañero de viaje que nos guía cuando nuestra propia terquedad se empeña en llevarnos por caminos distintos, cuando nuestra propia ceguera nos incita a hacer lo equivocado. Esa conciencia exterior que ve nuestros propios fallos y virtudes, que nos hace más grande día a día, que critica de cara y halaga en silencio. Ese hermano de distinta sangre.

Solo cabe dar las gracias una y mil veces por todo lo que hacen por nosotros, aún sabiendo que tanto agradecimiento nunca será suficiente para lograr saldar la deuda que tenemos con la vida, que tenemos con esa persona calificada como mejor amigo. Gracias.

5.06.2012

Speicher.

Un cuerpo de metal, un cuerpo de madera o sencillamente de cera. Tenue oscuridad iluminada con la suavidad de una mínima luz que deja entrever su silueta junto a la chimenea. Un cuerpo joven asentado con raíces de melancolía, cansancio y recuerdos. En sus manos un libro triste, lleno de verdades e ilusiones. En él se relatan grandes historias del pasado acompañado de connotaciones extraordinarias que se ven ensombrecidas, quizás, por su propia oscuridad, por su falta de luz. La vida se resume en una montaña rusa cuyas bajadas son casi tan verticales como las subidas, y de éste modo, todo resulta más difícil. Ese libro al que llamamos memoria.
Pero qué mas da, toda noche termina cuando amanece. La luz iluminará su habitación con la llegada del amanecer veraniego, ese frescor mañanero que tanto gusta respirar. Levantar la vista y mirar a través de la ventana. Sol.Playa.Gente.Vida.


Un verano cuyo día a día sea la misma locura que en su día, lo hizo feliz.

4.22.2012

Always.

La confusión dejó de ser algo nuevo para convertirse en un simple día a día. Un desorden que desaparece en noches cálidas, temperaturas bajo cero y vientos que hace tambalear los más viejos y sabios árboles que se aferran a un subsuelo invariable. Lucha constante entre el viento obligado a viajar de un lugar a otro y árboles decididos a mantenerse en su sitio cueste lo que cueste. Una y otra vez.
Así somos tu y yo, así es lo nuestro. Una lucha a contracorriente, donde yo soy la corriente y tu quien se opone. O quizás al contrario. 
Podría llamarlo necesidad, costumbre o sencillamente capricho. Podría justificar sus errores y los míos con excusas absurdas, con palabras vacías o silencios acusadores. Lo que no podré justificar es el vicio al sabor dulce de sus labios, la serenidad de su tez, el erizar de su piel o la seguridad de su mirada. La necesidad de su tacto, la costumbre de su reír, el capricho de pertenencia.
Me sobran las palabras al igual que los motivos, me falta voluntad así como deseo. Cuán fácil resulta caer en la tentación del chocolate, ese sabor único que invita a devorarlo. Difícil resistirse a momentos de descontrol sin pensar el todo lo posterior.





El mundo se reduce a cuatro puertas, dos personas y una ciudad a los pies  en algunas noches. Un hombre sabio decía, "si ése es tu lugar, te darás cuenta de ello y no querrás abandonarlo. Difícil será valorarlo cuando aún siga siendo tuyo, cuando aún sigas siendo parte de él".
No cambiar es aceptar que todo siga igual, a su manera. Agridulce son los días en muchas ocasiones, inigualables en otros tantos. Quizás no sea cuestión de complementariedad sino de testarudez, una testarudez que me pierde entre el olor de su piel y la aceleración de su respiración, entre la calma de su mirada y la locura de sus actos, entre lo que llamamos "nuestro" y lo que ven el resto. Sencillamente, no me resistía.


"We gotta make a decision, we leave tonight or live and die this way".

3.22.2012

Esto es todo.

Hoy, después de tanto tiempo, te volví a recordar. Recordé todos aquellos momentos anteriores y posteriores al viaje, ese gran viaje! Fue una locura eh? Una increíble locura. Todo tiene su principio y su final, excepto la amistad. Quizás fue lo único en que fallamos, en que no supimos manejar aquella situación. 
De vez en cuando recuerdo las muchas veces que me reí a lo largo de esos 4 días, como por ejemplo la situación incómoda de preguntar a un ciego si sabía cómo llegar a un burguer, o las gitanas que se querían venir a comer con nosotros (aunque kilos precisamente no les faltaban) jejej. No se si lo recordarás, yo si. También las horas y horas que caminamos sin rumbo por esas calles valencianas, con tanto joven de la JMJ gritando y cantando canciones que nos eran imposibles de entender. Los golpes en las atracciones del Aquópolis y la comida barata que comprábamos todas las noches para cenar. Las carreras hacia los autobuses cuando veíamos que lo íbamos a perder o aquel partido de supercopa que juagaban R. Madrid y Barcelona, viste el partido conmigo aún sin gustarte el fútbol.
Podría pasarme horas hablando de un único viaje, y de todo lo que dio de sí. Así como todo lo que ocurrió antes y después, pero cada vez que recuerdo el verano del 2011, recuerdo ese viaje. Tras tanto tiempo, ahora sólo recuerdo lo mejor. 

Me quedaré con todas las risas y buenos momentos que pasamos juntos. No sé si algún día leerás esto ó si volveremos a encontrarnos, espero que si. Te deseo lo mejor amiga. Sé feliz :)




3.06.2012

¿Sabes? :)



Nada llega a ti por casualidad, todo es parte de la vida y cada experiencia tiene un motivo.

Su olor.


Y qué fácil resulta todo cuando compartimos tardes.

Deja que la vida te sorprenda.


Que no quepa duda, es una grande y jodida locura!

1.24.2012

Percibe tu propia vida

"Siempre he necesitado que me amaran. Desde niña he sabido que no me correspondía ser amada; aun así, ansiaba que quienes me rodeaban  me expresaran su cariño, y ese deseo injustificado ha sido la causa de todos mis problemas". Lisa See. 

Hubo un tiempo en el que los deseos superaban lo real. Un tiempo en el que dos extraños jugaban a quererse. Aquellas personas se recreaban en un juego que no tenia reglas, era tan novedoso como atractivo. Todos nos preguntamos alguna vez a lo largo de nuestras vidas dónde está el límite de lo correcto. Eran jóvenes, insensatos, libres y deseosos de tener una nueva experiencia. Lo que no sabían, es que no todo es para siempre.. o quizás si. Una experiencia que cada cual la asimila a su manera. Lo único seguro es que todo es relativo. Seguramente sea momento de olvidar aquello y empezar de cero.

"Aunque hay momentos especiales en que la distancia del tiempo deja los recuerdos en sombras, conservo muy clara la imagen de su cara aquel día". Tengo toda una vida que contar; ya no tengo nada que perder y pocos a los que ofender.