Una vez amé

Una vez amé.

12.23.2014

Chicago por la habitación.

No crea usted que no eché de menos 
cicatrizar sus errores, no qué va.
Incluso me atrevería a decir que muchas noches
tuve la certeza de que su pecho 
era el mejor lugar para morir. 
De amor o tristeza, no lo sé muy bien. 
No vaya pensar que no disfrutaba perderme 
por las curvas de sus caderas 
para después lanzarme al vacío de sus largas piernas. 
Los silencios más cómodos de mi vida los oí mientras te hacías la dormida
y sonaba Chicago por la habitación.

Sin embargo, desde que te fuiste
las distancias cortas son ya enormes,
Lana ya no es sinónimo de revolcón
y he borrado la lista El Desamor.
Empiezo a correrme las suficientes veces
y hago planes tan grandes 
que ya no tengo vértigo.
Follo y quiero
más y mejor.



12.09.2014

El desguace

He llevado al desguace todos tus recuerdos
y los han devuelto alegando no tener
dónde arrojar deshechos de historias bonitas.
Y pienso en las tantas guerras bajo las sábanas
las caricias en la espalda
los moratones del amor,
o de la pasión, vaya usted a saber.
En los poemas del rojo carmín de tus labios
la niebla de detrás de sus ojos 
que bien querían siempre ver salir el sol.
En aquella vez que quise morir por vos
y lo rechazaste.
Tumbado en la cama, con los pies fríos 
y las orejas rojas
conservo la bonita costumbre de recordarnos
entre el cielo y la hierba.


Pero, amor, un día de estos
saldré a vivir y olvidaré llevarte conmigo.