Una vez amé

Una vez amé.

4.15.2011

Another way.

Quizás hayas vuelto a la realidad, al mundo del que nunca debiste salir. Quizás sea hora de que veas todo tal y como es, sin obstáculos o simples deseos. Momento en el cual, lo conveniente sea aceptar sin resistencia alguna el destino que aguarda para ti. Llámalo derrota, tontería o nuevas experiencias, es igual de indiferente uno u otro calificativo. No intentes comprender o buscar el por qué, sencillamente porque en caso de haberlo, no te será suficiente razón para comprenderlo. Los deseos forman parte de tu vida, pero no dejes que tu vida sea parte de tus deseos. Será incómodo e inconveniente. No invito al pesimismo, todo lo contrario. Animo a la ilusión y la alegría imaginativa, pero con sensatez y una pizca de realidad racional. 

¿Qué hacer en momentos como este? No tengo ni la más mínima idea. El cansancio puede que sea una señal, un""¿no crees que ya es suficiente?". No vale de nada creer que puedes cambiar las cosas interiores o exteriores cuando quieras, no vale de nada porque simplemente, aunque te creas con el poder y la capacidad para hacerlo, no puedes. No te engañes. Aún así, alégrate por haber conocido a esa o a esas personas. Alégrate, porque fueron momentos divertidos. No los olvidarás. No te quedes con lo amargo del final, quédate con la ilusión del principio, o la dulzura de aquellos felices momentos. Momentos que quizás no vuelvan a repetirse, pero que nunca te serán arrebatados.

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